Los 6 clubes argentinos que el Chelsea analiza comprar

El club inglés, que ya es propietario del RC Estrasburgo, busca expandirse en Sudamérica y apunta a clubes con buena infraestructura y canteras destacadas.

Tras la aprobación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que permite a los clubes argentinos convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), el Chelsea, uno de los clubes más importantes del mundo, ha manifestado su interés en adquirir alguna entidad nacional.

El youtuber Felix Johnston, cronista del Chelsea, informó que el club londinense está «listo para investigar a los clubes argentinos mientras buscan su próximo club alimentador». En una publicación en sus redes sociales, Johnston precisó que los seis clubes que más le interesan al Chelsea son: Boca Juniors, Racing Club, Estudiantes de La Plata, Newell’s Old Boys, Banfield y Lanús.

«Aún no ha habido conversaciones directas con los clubes, el Chelsea es consciente de la reacción pública contra el decreto y respeta la cultura de los clubes propiedad de los aficionados», aclaró Johnston.

El objetivo del Chelsea, en caso de adquirir a un club argentino, es llevarlo a su tope de competitividad y utilizarlo como centro de exploración en Argentina. El plan es comprar talentos sudamericanos y depositarlos en Argentina previo paso a Europa.

El Chelsea, ganador de seis Premier League, ocho FA Cup, cinco Copa de la Liga, cuatro Community Shield, dos Champions League, dos Europa League y un Mundial de Clubes, fue adquirido en 2022 por BlueCo, un consorcio liderado por el estadounidense Todd Boehly. El empresario norteamericano, además, es copropietario del equipo de béisbol Los Ángeles Dodgers y de la franquicia de básquetbol de la NBA Los Ángeles Lakers.

Vale aclarar que en fútbol argentino todos los clubes son Asociaciones Civiles sin Fines de Lucro y son muy pocos los que tienen gerenciadas algunas de las actividades, como el caso del fútbol profesional.

La posible compra del Chelsea a un club argentino ha generado reacciones encontradas. Por un lado, hay quienes sostienen que sería una oportunidad para mejorar la infraestructura y el desarrollo de las canteras de los clubes locales. Por otro lado, hay quienes temen que la llegada de inversores extranjeros pueda poner en riesgo la identidad y la cultura de los clubes.