¿Argentina pudo organizar la Copa del Mundo que no se jugó en 1942?
Argentina se animó a presentar su candidatura a la FIFA para un Mundial de 1942 que finalmente no se disputó por el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
La candidatura de Argentina para albergar la Copa Mundial de la FIFA en 1942 fue una propuesta ambiciosa por parte de la AFA de aquel entonces y del gobierno de país que, lamentablemente, nunca se materializó. En ese momento, Argentina tenía una sólida tradición futbolística y una pasión desenfrenada por el deporte, lo que la convertía en un candidato natural para organizar el evento más importante del fútbol mundial.
La idea de que Argentina fuera sede del Mundial de 1942 surgió en la década de 1930, cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) comenzó a considerar seriamente postularse para organizar el torneo, luego de haber visto la chance de la que gozó Uruguay. Además, el país ya había demostrado su capacidad para organizar grandes eventos deportivos, habiendo sido anfitrión del Campeonato Sudamericano (hoy conocido como Copa América) en varias ocasiones.
Por cierto, la propuesta argentina fue respaldada por su exitosa organización del Campeonato Sudamericano de 1937, donde el país recibió elogios por su infraestructura, hospitalidad y entusiasmo de los aficionados. Además, los estadios, para aquel momento, eran considerados modernos a los que se podía acceder fácilmente por una sólida red de transporte, lo que facilitaría la logística del torneo.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos y la ilusión generada en Argentina, la Segunda Guerra Mundial estalló en 1939, lo que llevó a la cancelación del Mundial de 1942. No obstante, la FIFA esperó a suspenderlo hasta los primeros meses de 1942, sabiendo que tenía la carta de desarrollar el campeonato en Sudamérica. Pero la guerra tuvo un impacto tan significativo en el fútbol y, por consiguiente, en las selecciones europeas que se vieron afectados directamente por el conflicto.
A pesar de no haber podido albergar la Copa Mundial en 1942, la candidatura argentina demostró la pasión y el compromiso del país por el fútbol. Además, sentó las bases para futuros eventos deportivos en Argentina, consolidando su reputación como un destino de primer nivel para el fútbol internacional.
Aunque las circunstancias históricas impidieron que esto sucediera, el espíritu y la pasión futbolística de Argentina perduran hasta el día de hoy. No fue hasta 1978 que el país finalmente tuvo la oportunidad de ser anfitrión del torneo, cuando organizó exitosamente el Mundial y se consagró campeón.
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